domingo, 11 de junio de 2017

Si Dios no está entre los esposos, sólo hay fuego

"Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.
Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro."
(Génesis 2, 23-25)




En español, La palabra 'mujer', gramaticalmente no se parece en nada a la palabra 'varón'/'hombre', la palabra 'varona' (= de varón) sería más fiel al texto original hebreo.


'Hombre'/'Varón' en hebreo es ISH (איש) à de derecha a izquierda: Alef, Yod, Shin)  

‘Mujer’ en hebreo es ISHÁ (אשה)à de derecha a izquierda: Alef, Shin, Hey)


Tanto ISH como ISHÁ tienen 2 letras en común: la Alef (א) y la Shin (ש) : que conforman la  palabra ESH (אש) que significa ‘Fuego’.





Si unimos las 2 letras que diferencian al hombre y a la mujer, es decir la letra Yod (י) en el hombre y la letra He (ה) en la  mujer, el resultado es el nombre abreviado de Dios: YAH (יה).



Cuando la vida de los esposos es una morada para el Señor, YAH (Dios) habita entre ellos (Ex 25, 8), El nombre de Dios descansa entre los esposos. Sin embargo, si el nombre de Dios es quitado de entre los esposos, lo único que queda es ESH (Fuego) que los consume y que al final acaba apagándose.

"Más valen dos que uno solo, pues obtienen mayor ganancia de su esfuerzo. Pues si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo que cae!, que no tiene quien lo levante. "Si atacan a uno, los dos harán frente. La cuerda de tres hilos no es fácil de romper." (Eclesiastés 4,9-10.12)

Dice el Talmud (Tratado Sotah 17a): "Si un esposo y una esposa son dignos, la Divina Presencia habita entre ellos; Si no lo son, el fuego los consume"

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